Guía básica para crear un sistema de riego casero

Guía básica para crear un sistema de riego casero

Si tienes un jardín en tu vivienda y deseas crear un sistema de riego casero para poder instalarlo tú mismo, aquí vas a encontrar una guía básica pero muy completa de todo lo que deberás de realizar para que todo quede en perfectas condiciones y sin ningún tipo de problema ni complicaciones posteriores cuando pongas en funcionamiento todo el mecanismo, haciendo que el agua llegue a todas partes por igual y que no queden zonas sin regar.

Pasos para montar tu sistema de riego

Uno de los pasos previos que te recomiendan los expertos es que puedas realizar un dibujo o plano de tu jardín. Para esto, podrás hacerlo en un folio o cartulina de gran tamaño o si lo prefieres, pasarlo a una hoja cuadriculada sin necesidad de hacer bocetos. Nuestro consejo es que puedas comprar papel milimetrado, puesto que de esta manera sabrás con más exactitud todo lo que tienes que realizar sin fallos, dictaminando los metros que tiene tu jardín y también donde se encuentra todos los elementos. Realizar este paso es además de necesario obligatorio hacerlo con total cuidado, para que, cuando vayas a comprar los tubos o cualquier otro sistema de riego, tengas la certeza que no tendrás que dar dos vueltas y adquirir más objetos porque se te ha quedado pequeño o porque no has medido como deberías.

Para realizar esta medición nos han comentado los fontaneros en Cádiz, expertos en este tipo de sistemas de tuberías domesticas que uses un metro y con el realizar una escala en papel de la zona de tu jardín. Si tienes que tardar varios días o semanas, tómate tu tiempo, puesto que merecerá la pena la espera.

Elegir el mejor sistema de riego para tu jardín

Una vez realizado por completo tu croquis de tu jardín, deberás de elegir el emisor que mejor se adapte a tu tipo de jardín y también a las plantas que tengas. En el mercado puedes encontrar aquellos emisores en difusor, tratándose de riesgos con un caudal fijo pero que el ángulo se puede regular a placer. Los difusores están pensados para jardines de pequeño tamaño, puesto que cuentan con un alcance más bien corto, aunque algunos pueden llegar a unas dimensiones medias, no es que sean muy largo el alcance a tener.

Por otro lado nos encontramos con los emisores de aspersor que cuentan con un ángulo de riego que va variando según el modelo que vayas a utilizar y que están pensados para terrenos mayores que pueden llegar en muchos modelos a los 20 metros con total tranquilidad, quedando toda la zona alcanzada bien regada.

Una vez que has elegido el emisor según tu jardín, deberás de ir colocándolos según sus prestaciones en el plano de tu jardín. De esta manera sabrás qué partes va a cubrir el difusor o el aspersor, debiendo de usar un compás para marcar las zonas regadas.

Otro aspecto que no se suele tener en cuenta es la presión y el caudal de la casa. En algunas viviendas la presión no es muy grande, por lo que la acción del emisor se verá condicionada a este factor. Por ejemplo, si el emisor te dice que es capaz de llegar a los 7 metros, pero la presión de tu casa es muy baja, posiblemente estos metros se verán reducidos a unos 4 o 5.

Una vez realizado este proceso, tendrás que ir enlazando cada difusor o aspersor con tuberías las cuales deberán de venir reguladas por electroválvulas y con programadores para que puedan funcionar en un determinado momento del día, sin que tengas que preocuparte de nada. Tienes que pensar que estas tuberías tendrán que estar enterradas a varios centímetros de la superficie y que no deberán de pasar por zonas problemáticas del jardín.

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