Cuidados de los narcisos

Cuidados de los narcisos

Los narcisos son unas hermosas plantas bulbosas que se caracterizan por su hermoso color amarillo. En estas líneas te ofrecemos consejos para su plantación y su mantenimiento, para que mejores su floración. Ésta por cierto puede ser un verdadero espectáculo, sobre todo si se plantan por decenas.

Plantación de los narcisos

En plena tierra los narcisos florecen a finales del invierno, pero forzándolos podemos provocar que éstos florezcan incluso antes. Las variedades con flores grandes son más fáciles de cultivar en un apartamento. Eso sí, los narcisos cultivados en macetas en el interior son de corta duración. El bulbo solo puede florecer una vez y si luego no se planta en el exterior, la planta morirá después de la floración.

Sin embargo podemos cultivar estas plantas en un balcón en maceta y colocarlas en el interior en la época de floración. Posteriormente las volveremos a sacar, lo que nos permitirá tener flores de año en año. Además lo nuevos bulbos producirán flores más grandes.

Cuidados y mantenimiento de los narcisos

Los narcisos crecen mejor colocados a semisombra. Para su mantenimiento deberemos quitar las flores marchitas, pero siempre dejando que éstas terminen su proceso de marchitación, porque en él la planta coge reservas para la siguiente floración.

Durante la floración, los narcisos se acomodan a las temperaturas de los hogares, pero la floración será más larga si éstos están colocados en una habitación fresca. Algunas especies mediterráneas resisten mejor el calor del interior de los hogares.

De una forma general, lo ideal es no tener los narcisos jóvenes a una temperatura superior a los 16 grados ya que el exceso de calor las marchitaría y acortaría el período de floración de los que lograran llegar a abrirse.

Los riegos que necesitan los narcisos son moderados, sobre todo en época de crecimiento. La tierra no debe estar húmeda. De estarlo, los bulbos podrían pudrirse.

Tras la floración puedes aplicarle a la planta uno o dos aportes de fertilizantes ordinarios líquidos para ayudarles a recuperarse. Y recuerda que lo recomendable es que cada dos años cambies la tierra de los bulbos, para crear un nuevo suelo fresco y ligero. Entierra los bulbos solo hasta la mitad.

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